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Bienvenidos... Seré breve…
"Los hombres mueren y no son felices" Calígula,
Acto I - Escena V (Camus)
El fenómeno de los volcanes representa una de las manifestaciones de la naturaleza más trágicas, espectaculares y sugerentes para la humanidad, habiendo sido motivo de múltiples acercamientos científicos, artísticos, espirituales y turísticos durante el transcurrir de la historia. Constituyen en sí mismos el testimonio vivo de las enormes fuerzas que rigen la dinámica interna de la Tierra, siendo una terrible amenaza para las sociedades que viven próximas éstos, a la vez que son generadores de recursos para las mismas. Junto con los terremotos, los volcanes representan un elemento cautivador para para las personas: adultos y niños, pero sobre sobre todo para estos últimos, y creo que los volcanes pueden ser el medio cautivador para un aprendizaje y acercamiento a la Ciencias y criaturas de la Tierra.
Pero a su vez, en este transitar momentos lugares y experiencias, uno empieza, y puede (sino debe) entender la vida de una forma “crítica”. La crítica y la denuncia son formas con las que he aprendido a afrontar el presente, enfrentando la realidad y medios que nos envuelven. Además, reflexionar, en torno a ello u otras materias no precisa de grandes saberes previos, sino un mínimo de ética, razón objetiva y empatía para con los demás. En ocasiones, y no son pocas, dudo de la utilidad práctica de lo que pienso, más allá, claro está, de lo que pueda suponer para mí mismo. Ignoro, incluso si alguien lee algo de lo que escribo y, aún así, prefiero escribir a rumiar para mis adentros. Pues al escribir, esos mismos pensamientos expresados en palabras se desahogan y ordenan, pues por encima de pretender mostrar nada o ningún camino, está la intención de encontrar el mío. Sería por completo un iluso si prendiese, como hacen otros, con estas palabras humildes ayudar, educar, instruir, dirigir o salvar a nadie. No hallareis pretensión alguna de ese tipo aquí, más cuando no puedo ni salvarme a mí mismo; en todo caso, no existen palabras o libros que ayuden a nadie, sino es ayudándose él a sí mismo, cambiando su aptitud. Por tanto, la idea de estos textos no es otra que compartir. Además, la humanidad ya está, y con ella el mundo y todos nosotros condenada; pues nuestra propia naturaleza y miedos nos conducen irremediablemente a ello, como el fuego que devora todo a su paso ignorando en su esencia el propio fin. Sin embargo, en el tránsito de su condena, como Sísifo en la suya, el individuo podrá encontrar momentos de reflexión, lucidez y a veces, incluso de alegría. Por supuesto, no podré de dejar de hacerme eco también en estas páginas del drama y tragedia que se da a día de hoy en nuestro mundo, debido principalmente a las Guerras, Desastres Naturales, el Hambre y otras Monstruosidades, comentando algunas de ellas aquí, a mi modo; pues, pienso que hablar de tantas cosas, algunas terribles, que acontecen en nuestro mundo es, igualmente, un modo y un ejercicio de denuncia hacia quienes las provocan e incitan, al tiempo que abrimos un canal al mundo a todos los olvidados, derrotados, enfermos, y desplazados que lo perdieron todo, en definitiva: a los los abandonados y huérfanos de nuestra tierra, de los que soy uno de ellos.
