FOTOGRAFÍAS (INSTANTES)

JORGE MAQUEDA MERCHÁN

 Extremadura (España)

Me encanta tomar fotografías. Desde hace más de 30 años. Antes con una réflex olympus, completamente manual de los 90 y de la que me cansé, y ahora, desde hace unos años con el móvil o (celular). Lo cierto es que no le vi el encanto a la fotografía hasta hace poco, que dejé de fotografiarme tanto a mí mismo, a la familia o al perro con fines de llevar un registro de actividades y eventos familiares, y comencé a fotografiar aquello que me atraía llamaba la atención por sí mismo (aunque no le llamase para nada la atención a otros, que no advertían en ello nada de particular o especial): una calle oscura, la niebla, un reflejo, una pared policromada o aquellas geometrías urbanas que asombran, hipnotizan y a la vez envuelven la vida de las personas en las ciudades. Sí, “las personas”. el primer elemento, no el último, ha sido el que de veras provocó un cambio en mi actitud con la fotografía, hacia donde buscar y qué: en las ciudades, en las calles y esas gentes muchas veces diminuta, empequeñecidas por la magnitud de construcciones: edificios, que las envuelven, contienen y en algunos casos las atrapan como muros; en todo caso siempre encaminándolas en una dirección… apenas sin que éstas que sean del todo conscientes de la magnitud de aquello que les envuelve y rodea o, de alguna manera representa ese laberinto… Por último, la naturaleza llamo a mi puerta: como quien se presenta (ese vecino que sabes que tienes pero no conoces) reclamando mi atención, para mostrarla igualmente a los demás: (una flor, una roca, un tronco o madero, el musgo y la luz) todo ello, aunque tengo que tirar de archivos pasados a la vez que sigo tomando imágenes nuevas, se encuentra o encontrará, más pronto que tarde, en este blog.

Por definición: hoy entendemos la fotografía como una herramienta de expresión, que nos permite mostrar emociones de forma exclusivamente visual. Sin embargo, dentro de ella, existe una modalidad en la que la transmisión de sentimientos se hace todavía más patente. Hablamos de la fotografía que integra imágenes que guardan dentro de sí una historia real o ficticia y que se encarga de contar una historia bien definida, y que puede ir acompañada de un texto o más fotografías que serán en conjunto una especie de proyecto. A simple vista, no parece tener mayor problema pero, no es así: la fotografía espontanea requiere una capacidad mayor de resumir o simplificar lo que queremos contar pues, la hacemos sin preparativo alguno, justo en el momento que observamos algo que nos gusta o nos interesa y, que no siempre debe ser algo bonito; pues en este caso se aplica el mismo principio que al fotoperiodismo o a la fotografía de calle, donde tiene más importancia lo que se llama visión fotográfica y ojo fotográfico, en lugar de los valores técnicos. Fotografiar algo en el patio es muy distinto a tener que hablar de la historia de la solitaria abeja dentro de la flor y es complicado establecer unas pautas para llevarlo a cabo, ya que se trata de una oportunidad que se nos presenta sin previo aviso y a la que debemos saber responder de forma resolutiva para aprovecharla.

Por mi parte y en adelante espero, sean de interés las imágenes que pueda seleccionar para este blog para este fin, todas propias: unas instantáneas y otras recreadas (posadas), pero todas genuinas, que muestran ese momento que a mí tanto me emociono e importó, y que de mis experiencias y viajes ya forman parte de mi memoria y vida.