Este año como el Papa de Roma ha dicho que las figuritas del belén no son las correctas, he pensado, que ya que ha cambiado el cuento, podría cambiar algunas cosillas, y me ha quedado así de bonito; además, cambié los calcetines para papa Noel por unos Calzones de lo más cuco, a ver si pica el viejo, y mete algo... algo que falte, un casco de treno, una pera, un puching, un saquito, o algo así.. Las estrellitas, la de Navidad incluida, ya las veo yo solito...
Cierto dia, el Facebook (de donde ya no interactuo, y estoy recogiendo mi historia, a la vez que la borró de allí) me recordó este post, que me ha traído a la cabeza muchos recuerdos de 2012 y 2013. Fueron los dos últimos años que entrené contacto, (MUAHY , FULL, K1, y otras cosillas de estas que se hacen hoy) que no son mi estilo del que ya estoy retirado (de la competición me retire mucho antes).
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| Peso de competición 72 kilos 41 años |
Empecé en 1982 en la Shi-kan, kyokushin (barbera del valles / Joaquin vallcanera. Y pienso que, con más de 40 años, poco puedes ya evolucionar en un deporte donde intentamos darlo todo entre los 18 y 28, máximo hasta treinta y algo ( y solo aquellos tocados por una barita divina). No es que las lesiones me impidiesen del todo seguir.. Sencillamente, hay que saber leer los signos de los tiempos en nuestra propia vida, y entender que es el momento, y hay que irse a otra cosa... pero claro, siempre habrá quien diga que con 35 o 45 años - algunos con 50 y pico como yo-, ahora se sienten mejor que cuando tenían 20 o veintipico años. Bueno, y yo ahora lo que les digo a esa gente: pues es sencillo ... ¡no sé que coño hacías, o donde te metías cuando tenías veintipico de años, para decir que atleticamente hablando hoy estas mejor o igual que cuando era un chaval! .
pero luego me digo: bueno, el karate es el karate (hermano calmate), y menos el kyokushin (no es para todos), y menos aún para aquellos que vienen de ver películas en el cine, y antes de empezar su primer entreno (técnica y katas) ya están preguntando qué día se hace combate) pues sí, incluso con veinte años, si no anduviste de chico en tatamis ya eres mayor para la competición: se te pasó el arroz (pero no lo sabes); pero tranquilo: el viernes (el dia de combate, ese que tanto esperas, lo sabrás): después miraras el viernes con otros, algunos no vendrás ni a entrenar (te los saltaras: lo hemos hecho todos de chico), o sencillamente te iras, desaparecerás en un tiempo, y ni siquiera hablarás de la escuela donde estuviste (quizá de mayor, cuando pasado el tipo se puede adornar el asunto). Aunque hay otros que siguen, y están ahí, entrenado duro y soportando la somanta de palos mas grande que te puedas imaginas (todo los vienes) mi madre, mientras me duchaba (tendría 16 años) en casa para salir, entro al baño y al verme se asusto, tenía golpes y moratones por todo el cuerpo (quiso denunciar ¿pero a quien? peleas con todos durante toda la clase, no se para (eso el el kyokushin, o era), pero lo que nunca hará joaquín (sensei) es llevar al novato a competición oficial: jamas, algún open, katas, competición jamás (el mismo estuvo a la muerte en un campeonato de europa). Y entonces es cuando me pregunto después, joder... ¿por que una persona que no sintió antes las montañas, de repente, las siente ahora?, y entonces veo que he equivocado la pregunta,. no solo no siente las montañas, no las conoce: no han sentido nunca (en dia de combate) notar como se te congelan los pies, atrapado en una tormenta (coll de la Marrana 1990) cegado de nieve, y sin ver una mierda delante de ti, (desorientado) y tener que sacarte la botas en la misma tormenta y que te golpean el pie con las cuerdas a lo buro para recuperarlo alguien que casualmente (dos abuelos montañeros que no dijeron sus nombres) que pasaban por allí, y que, luego entiendes: que te salvaron la vida (en la tormenta), para que volvieras con tu familia. De estas han sido tres o cuatro, la última, en la que se me quedo medio cuerpo colgado en una cornisa de roca, en una sierra cercana a mi casa. Hay días que la montaña dice: combate, ese dia no esperes compasión de una roca en la caída.
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| Aceuchal 2022 (54 años) |
De modo que primero siéntate y mira a tu familia, observate y preguntate que quieres y que buscas (y por qué, quieres ir a ese sitio ¿qué te motiva a moverte?), no sigas lo que busca otro, ni sigas a otro que también busca delante de ti, solo busca y pregúntate antes de partir ¿que es lo que quiero? pero si ya lo sabías antes de partir , detente: pues antes de salir ya te has movido (y a las parcas le vino al oído)... de modo que (escucha) solo elige de cualquier viaje (siempre volver a aquello que guardas tu corazón) y que sea ese, durante todo el camino, tu destino.
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