La caldera de Bandama, Gran canaria / Islas canarias (Spain)

SUBIENDO VOLCANES / Descenso a la caldera de Bandama

La caldera De Bandama (Ver Calderas Volcánicas) : no había ninguna duda, es el primer lugar a visitar. Situada entre los municipios de Santa Brígida,Telde y Las Palmas de Gran Canaria, es uno de los lugares más bonitos de Gran Canaria. Por un lado, la subida al Pico y las vistas tan amplias que hay desde allí, por otro lado, la bajada al fondo de la caldera con su sendero, sus plantas y su historia.La ruta por la caldera de Bandama se extiende por los barrancos de Las Goteras y Guiniguada, en dirección a la costa. Este espacio de gran riqueza natural se formó hace cinco mil millones de años junto al antiguo volcán Pico de Bandama. La caldera tiene 216 metros de profundidad, 574 metros de altura y mil metros de diámetro. Junto a su valor geológico, destaca el yacimiento arqueológico Cueva de los Canarios,que los antiguos pobladores usaban como silo para guardar cosechas y alimentos.



La primera impresión... Cuando uno observa la Caldera, la primera sensación es de sorpresa, se me viene a la cabeza, como no: el boquerón (El Salvador). La zona supone todo un reto, no tanto como el boquerón, pero hay que ajustar cuidado. Es interesante desde lo alto del pico de Bandama pararse un momento, pues se observa mejor una de las panorámicas más completas de la zona nororiental de la isla, con la capital enmarcada por el océano Atlántico. En los días claros, se puede ver desde aquí la isla de Fuerteventura.



Parece mentira que una actividad tan salvaje como una erupción volcánica, de lugar a un círculo lo suficientemente perfecto para poder ser atribuible a la mano del hombre. Cuando la sensación de asombro disminuye, es la belleza del paisaje lo que embarga los sentidos. Al borde del cráter, en su parte menos escarpada, es de donde parte el sendero que desciende, sinuoso, con innumerables vueltas, a un lado y a otro. El perímetro de la cima es bastante plano, con alguna elevación o depresión, los laterales, semejantes a paredes, son tan escarpados como aquellos del Boquerón, teniendo en algunos puntos la sensación de que se está mirando desde lo alto de una cornisa. Desde arriba, el fondo del cráter está totalmente verde. Al pie del sendero hay una casa solitaria y a su alrededor hay terrenos cultivados. A la derecha, cerca del fondo, se ven algunos naranjos y el verde intenso de la hierba que se encuentra cerca de ellos demuestra que este cráter, que en un tiempo hervía, ahora contiene un manantial de agua. No se puede dejar escapar, llegados a este punto, la oportunidad de bajar a l hoyo. Es una bajada fácil pero, pero hay que ir con cuidado y previsión, calculando el riesgo, hasta alcanzar el centro de la caldera a 250 profundidad. En el hoyo, casi en el fondo la pendiente se vuelve suave, donde las rocas que se han desmoronado están cubiertas de tierra y hierba.Cuando se llega al fondo, y al igual que me ocurriese en el salvador, uno se siente como un intruso

Qué es la caldera de Bandama de Gran Canaria.




La caldera de Bandama es parte de un volcán, sí. Pero, no es exactamente un cráter, sino el hundimiento de éste. La caldera de Bandama como tal es el resultado de un proceso eruptivo que comenzó unos 4.000 o 5.000 años atrás y que finalizó con una enorme erupción. Como consecuencia de ese proceso,el volcán acabó hundiéndose sobre la cámara magmática. Y eso es, precisamente, lo que vemos hoy: un enorme hoyo de forma casi circular, con un diámetro de algo más de un kilómetro, un perímetro de 3 kilómetros y una profundidad de unos 200 metros.

La parte superior de la caldera de Bandama presenta pronunciados riscos que, no obstante, pueden salvarse a través de los diferentes senderos trazados en ellos, hasta llegar (en una media hora de caminata) hasta el fondo de este espacio protegido.En cuanto al interior, está cubierto por abundante vegetación, formada fundamentalmente por lentiscos, acebuches, palmeras de diferentes especies, dragos, sabinas, almácigos, mocanes y marmolanes.

Una de las curiosidades de la caldera de Bandama es el propio nombre con que se la conoce. Que no es sino la castellanización de Daniel Van Damme, un flamenco que adquirió este lugar con la intención de explotarlo plantando en él sus viñas.

Existen numerosos indicios de que el interior de la caldera de Bandama se utilizó en tiempos prehispánicos para el aprovechamiento agrícola. Por ejemplo, el yacimiento arqueológico Cueva de los Canarios, un silo situado en la cara norte de este espacio natural, que se utilizó para almacenar las cosechas y otros alimentos. También se han encontrado diferentes grabados sobre la superficie de algunas rocas de la zona. Este aprovechamiento agrícola continúa hoy en día: en esta zona, conocida como Monte Lentiscal, son varias las bodegas que aprovechan la riqueza de la tierra volcánica y la protección de las laderas de este paraje para producir vinos con una notable calidad. Un buen ejemplo es Hoyos de Bandama.

El pico de Bandama y el mirador de la caldera de Bandama

El pico de Bandama constituye el saliente más prominente del perímetro de la caldera. Una elevación del terreno que alcanza los 570 metros y que está conformada por grandes bloques de magma expulsados durante la erupción volcánica. Sobre él se ha habilitado uno de los mejores miradores de la zona nororiental de Gran Canaria. En concreto, desde este punto, caldera de Bandama aparte, se divisan las localidades de Las Palmas, La Atalaya y Santa Brígida, además del campo del Real Club de Golf de Las Palmas.




Entre la capital isleña y el Pico de Bandama existe una ruta senderista que ofrece grandes atractivos paisajísticos y naturales. Aunque por su longitud (algo más de 18 kilómetros), y por sus prolongadas cuestas, requiere de una cierta preparación física. Para después del esfuerzo, en torno a la cadera de Bandama hay varias tascas y restaurantes en los que reponer fuerzas. Algunos incluso con espectaculares vistas a la naturaleza de la zona, como Bodegón Vandama (Crta. Bandama, 116, Santa Brígida), en el que también se puede disfrutar de lo mejor de la comida típica canaria y española.

Descripción general del conjunto volcánico de Bandama (Geolg.)

El conjunto volcánico de Bandama constituye por su volumen, dualidad morfológica, modalidad eruptiva y depósitos asociados, el edificio volcánico más destacado del vulcanismo holoceno de Gran Canaria. A pesar de ello, apenas se cuenta con estudios de detalle. Así, las primeras referencias bibliográficas se limitan a destacar La Caldera como estructura volcánica sobresaliente y especular con su posible génesis (e.g., González y Gutiérrez-Palacios, 1910; Macau, 1959; Hausen, 1960; Benítez Padilla, 1963; Schmincke et al., 1974). Posteriormente, a partir de la observación de los depósitos piroclásticos, se determinan de forma cualitativa los mecanismos eruptivos y la secuencia evolutiva de la erupción (Hansen, 1987; Araña et al., 1988). Recientemente se ha llevado a cabo un estudio integral del conjunto, con análisis geomorfológicos, estratigráficos, sedimentológicos, paleotopográficos y geocronológicos, que ha permitido una mejor caracterización de este episodio volcánico y la cuantificación de los mecanismos involucrados (Hansen et al., 2008). El Pico de Bandama, con cota máxima de 575 m, constituye el accidente topográfico más destacado de las medianías bajas y la mejor atalaya paisajística del cuadrante nordeste de Gran Canaria (Hansen, 1992).

El “Pico” posee morfología cónica y está construido por lapillis y escorias volcánicas que se acumularon alrededor de una boca eruptiva. Su base casi circular, 892 m x 875 m de diámetros NO-SE y NE-SO respectivamente, se asienta inclinada, apoyándose sobre una antigua ladera cuya pendiente cae hasta el fondo del valle de Los Hoyos. La altura máxima del cono es de unos 275 m hasta alcanzar la cota de 575 m. Este edificio posee un cráter en forma de herradura simétrica abierto hacia el NO (Fig. 2).

Adosada al Pico de Bandama por su vertiente meridional, se encuentra la Caldera de Bandama. De planta ligeramente elíptica, su diámetro NO-SE máximo es de 927 m y su ortogonal, de 866 m. El desnivel de la pared oeste es de 269 m entre el fondo de La Caldera (a cota 219 m) y el Campo de Golf (a cota 488 m). Por el norte, la pared de la caldera se alza hasta la cima del Pico originando el mayor desnivel, 357 m. La curva de nivel de 400 m cierra el borde perimetral de la depresión, a excepción de las degolladas de la Cañada del Perro al Este, 386 m, y de la Cañada de La Mina al SO, 389 m. El perímetro de La Caldera medido en su borde superior alcanza los 3 km. 

Aunque la química de los materiales de Bandama corresponde con magmas basaníticos y éstos con erupciones de lavas fluidas y explosiones de baja intensidad, los caracteres de varios depósitos piroclásticos originados durante la erupción, indican una interacción eficaz del magma con agua subterránea. Este contacto con aguas freáticas aumentó la capacidad explosiva de la erupción, que pasó de tener modalidad estromboliana a convertirse en freatomagmática.

Depósitos magmáticos 

Tanto los materiales piroclásticos como los lávicos de este volcán presentan una composición basanítica (SiO2 : 41,8% y Na2 O+K2 O: 3,8%). Unos y otros muestran abundancia de fenocristales de olivino y, en menor medida, microcristales de espinela y magnetita. Asociados a los depósitos piroclásticos de caída aparecen diferentes tipos de xenolitos, desde duníticos hasta otros de color blanquecino y aspecto sedimentario, todos ellos arrastrados por el magma ascendente (González et al., 1994). El volumen del cono se ha calculado en 58.000.000 m3 . 

El volumen de lavas evacuado desde el cráter y la base nororiental del Pico es de 9.375.000 m3 . El manto piroclástico que se extiende alrededor del Pico con una potencia desigual, supone un volumen bruto aproximado de 100.000.000 m3 . Al norte del Pico es difícil diferenciar los depósitos piroclásticos de caída de este volcán de los procedentes de la Caldereta del Lentiscal, cuya erupción fue temporalmente cercana, aunque anterior a Bandama.

Depósitos freatomagmáticos proximales 

Ocupando el borde superior de todo el perímetro de la Caldera, con potencias de 30-50 m, se encuentra un depósito anular que constituye los restos del denominado cono pre-caldera (Fig. 3). Este anillo presenta diferentes facies estratigráficas, pero a grosso modo, se sintetizan en dos localizadas en el borde oriental de La Caldera y en la cuenca de Los Canarios, situada bajo el SE del Pico.


En el borde oriental la columna estratigráfica comienza con una lava basanítica de unos 5 m de potencia y muy escaso recorrido. Sobre ella son predominantes las capas de piroclastos proximales de caída, de varios metros de potencia, con escorias soldadas y alguna bomba según las áreas. A continuación se encuentran numerosas capas piroclásticas de diferente origen: oleadas piroclásticas, algunas coladas piroclásticas y abundantes brechas de explosión. Estas últimas contienen gran cantidad de fragmentos líticos de diversos tamaños (lapilli hasta bloques) envueltos en una matriz piroclástica porcentualmente poco abundante. En las coladas y oleadas piroclásticas se observan estructuras de deformación plástica, lo que da idea de una importante interacción agua-magma.

 En lo que respecta a la cuenca de Los Canarios, el afloramiento posee una morfología de triángulo invertido, con una potencia de algo más de 50 m y un desarrollo horizontal de más de 260 m. Está compuesto por una sucesión de coladas y oleadas piroclásticas húmedas, entre las que se intercalan piroclastos de caída, escorias y bombas volcánicas. La matriz presenta granulometría desde cenizas gruesas a cenizas finas y el típico color beig-amarillento de los materiales hidromagmáticos. En la mayoría de las capas se observan numerosas estructuras de orden interno tales como laminaciones cruzadas, curvas, planares, etc. Estas estructuras ponen de manifiesto la actuación de flujos piroclásticos altamente turbulentos y con gran carga de vapor de agua (Araña et al., 1988). Los caracteres morfológicos más sobresalientes son ondulaciones, engrosamiento de los mantos, canales en «V» incididos como resultado de la erosión producida al desplazarse un flujo sobre otro y huellas de impacto. Este depósito, tan proximal y cercano a la boca de emisión, no se corresponde con las primeras fases de la erupción, sino que, avanzada la primera parte de ésta con mecanismos puramente estrombolianos, tuvo lugar, en el subsuelo bajo el edificio pre-caldera, la interacción eficaz del magma con el agua freática. El volumen de este cono pre-caldera se ha calculado reconstruyendo la topografía del relieve previo, resultando una cifra de 42.000.000 m3 , inferior al volumen del Pico, probablemente, porque las fuertes explosiones freatomagmáticas impidieron su normal desarrollo (ver figura 3).

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