SUBIENDO VOLCANES
Cerro Negro es el volcán más joven de América Central, nació en abril de 1850 y es uno de los volcanes más activos de la región. Ha estado produciendo frecuentes erupciones de tipo estrombolianas y sub-plinianas, fuentes y flujos de lava, y potentes erupciones explosivas: las últimas extremadamente violentas incluyendo la primera– en 1867, 1914, 1923, 1947, 1946, 1950, 1968, 1971, 1992, 1995 y la Última en 1999. Al momento en que lo visité, (08/09) por la (APP) se detectaba un leve aumento de la actividad sísmica, aunque no significativa, sin cambiar el estado de latente. lo cierto es que Cerro Negro no parece a día de hoy ser un problema, ni entrañar ningún peligro, mas que aquel que nosotros queramos correr, como por ejemplo tirarse en en patín por las laderas, lo que ya ha acarreado mas de un accidente a algunos turistas, ávidos de ""aventurillas"". De modo que sin mas, procedimos a llevar a cabo nuestra ascensión.
Yo había llegado a León la tarde del día anterior, después de un viaje de doce horas en Tica Bus desde El Salvador. El calor en el momento de mi llegada era sofocante, nada que ver con El Salvador, y mucho menos con Guatemala. Había quedado con mi guía Max Sánchez a las ocho de la mañana. Puntualmente, este se presentó y tras desayunar algo, iniciamos la marcha en 4x4 poniendo rumbo a al centro de interpretación de los Maribios, en la misma cordillera de los Maribios (zona rural noreste del Municipio de León, Nicaragua), donde se encuentra el Volcán Cerro Negro. No fue un viaje largo ni incomodo, y en menos de 45 minutos, después de unas paradas de rigor para fotografiar distintos lugares, arribamos al centro de interpretación: lugar este de paso obligado, donde se paga una entrada que da acceso a la zona del volcán. Por cierto, pude observar al llegar, que el centro de Interpretación de los Maribios, ha sido finandiado con fondos Españoles, concretamente de la junta de aragonés, si no recuerdo mal. Recuerdo ser muy bien acogido, al igual que ya me venia pasando desde que puse el pie en Nicaragua. Gente hospitalaria, en todo momento dispuesta a escuchar y ayudar...muy buena gente.
Polcan las Pilas, Volcán El Hoyo y Asosoca
Hacia un día increíble, por supuesto a esas horas el calor apenas incomodaba. Tras obtener nuestra entrada al Complejo Volcánico Pilas El Hoyo y escuchar una breve charla con un mapa 3d topográfico de la zona, acerca del área por dónde íbamos a transitar, por fin, pusimos rumbo a pie a las faldas del volcán Cerro Negro. Iniciamos la ruta por un abrupto camino: restos de ríos de lava y rocas que dan acceso a un pequeño sendero, sendereo más intuitivo que otra cosa y que lleva a la cima del volcán. Max iba delante y yo le seguía, detrás mía venia un pequeño grupo de Locales de león: gente joven de la zona, igualmente a ver el volcán. Alcanzando ya una cierta altura, era aun más evidente que nos encontrábamos rodeados de volcanes: volcán el Hoyo (1050m), las Pilas (948m) , Cabeza de Vaca -cono de ceniza Las pilas- (665), Cerro Asososca (780m), los Tacatiles (495m), literalmente... rodeados de volcanes.
Para ser sincero, la caminata de ascensión no fue dura, ni mucho menos Y en poco más de 35 o 40 minutos, estábamos sobre el borde del cráter. Max me llamo la atención sobre el suelo, sobre la temperatura del suelo, rasgamos un poco la superficie y a no más de 10 cm de profundidad era bastante alta. De hecho tocarlo con las manos desnudas era quemarse. Se observaban pequeñas fumarolas aisladas, dentro del cráter estas eran un poco más activas. Decidimos, que dada la baja actividad del volcán, yo bajaría un poco más al fondo del cráter. El olor era allí más evidente, el azufre está siempre presente, pero no era un olor fuerte, aun así no se debe uno arriesgar mucho tiempo en el interior del cráter, pues hay gases que pueden no ser evidentes por el olor y que se acumulan en el fondo del mismo siendo letales. Después de no más de 3 o 4 minutos volví arriba. La experiencia de meterte en un cráter de un volcán activo, siempre es incomparable.
Estábamos en la cima. Ahora venia lo mejor: el descenso por del cono de ceniza… corriendo, rodando o en patín: tanto daba. Muchos bajan en patín; una especie de trineo. Yo decidí bajar corriendo, o dando saltos, algo que me encanta: meter la pierna y hundirla en la ceniza hasta casi las rodillas. Bajé el volcán en apenas un minuto. Abajo me espera media sandia. No se si corría tanto bajando por la inclinación, o por la sandia que me esperaba. Termine agotado. Pero comiéndome media sandia apoyado en la parte trasera del cuatro por cuatro, que nos esperaba en la parte de debajo de la falda del volcán.
Pero el espectáculo aun no se había acabado. Faltaba ver lo que yo llamo el desierto negro de lava y cenizas. Una extensión de arena y ceniza negra proveniente de flujos de lava que forma dunas, al igual que sucede en el desierto, pero de arena volcánica, y que hace las delicias, por lo que puede ver, de algunos turistas, que subidos en cuatro por cuatro atraviesan la zona sobre las dunas. Después de tomarnos algunas fotos, volvimos de vuelta a la pensión. Al día siente me Esperaba el Telica.
Laguna Cerro Negro ( mi pequeño desierto de Dunas Negras y Volcán Asososca
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